Taylor Swift volvió a ser ella misma durante su concierto en Brasil el viernes, apenas una semana después de haber llorado la muerte de una fan.
Taylor subió al escenario para actuar frente a miles de personas en Sao Paulo la noche del viernes y parecía estar de muy buen humor, con un brillante traje de color plata y azul y botas a juego hasta la rodilla.
La superestrella del pop estaba radiante mientras se pavoneaba por el escenario rasgueando su guitarra e incluso se detuvo en un momento para flexionar los músculos del brazo.
La cantante deleitó al público con dos temas sorpresa: “Now That We Don’t Talk” de “1989 (Taylor’s Version)” e “Innocent” de “Speak Now (Taylor’s Version)”. Esta fue solo la primera de las tres noches de Taylor en el estadio Allianz Parque de Sao Paulo, todas con entradas agotadas.
Las buenas vibras contrastaron con la oscura atmósfera de su concierto en Río de Janeiro el viernes pasado, cuando una de sus fans falleció repentinamente.
Justo antes de que Taylor saliera al escenario, Ana Clara Benevides Machado cayó enferma en medio del agobiante calor de la ciudad y fue trasladada de urgencia a un hospital, donde falleció. Las autoridades brasileñas están investigando su causa de muerte y al mismo tiempo a los organizadores del concierto para determinar si cometieron algún error o no.
Después del espectáculo, Taylor publicó un sentido mensaje en Instagram, diciendo que estaba “devastada” por la muerte de Ana. También pospuso su concierto del sábado debido a las altas temperaturas, pero luego regresó el domingo, honrando a Ana con una de sus canciones.